4.
Actividades Tratamientos
térmicos de los aceros
Actividad 4.1
Importancia de los tratamientos térmicos del acero
¿En qué consisten los tratamientos térmicos del acero? Factores que
intervienen en el tratamiento. Caracterización gráfica.
Actividad 4.3
Definición de martensita
Fe-C. Propiedades.
Actividad 4.4
Describir los siguientes tipos de martensitas Fe-C presentes en los
aceros al carbono: (a) martensita en cintas (b) martensita en láminas.
Actividad 4.5
El temple. Características y objetivo.
Actividad 4.6
El recocido. Características y objetivo.
Actividad 4.7
El revenido. Características y objetivo.
Actividad 4.8
El normalizado. Características y Objetivo.
Actividad 4.9
Describir el significado de cada uno de los gráficos de la figura 4.5
Resolución de las actividades
Actividad 4.1
Importancia de los tratamientos térmicos del acero
El acero es
el más importante de todos los productos siderúrgicos y esto
lo confirma el hecho de que se dedique a su obtención el 80% del hierro
líquido producido en los altos hornos. Uno de los hechos que justifica
la importancia del acero en la industria es la posibilidad de obtener
una gran variedad de propiedades con el mismo tipo de material. Por
ejemplo, podemos disponer de aceros maleables para chapas, de aceros
inoxidables para trabajos en ambientes húmedos, de aceros magnéticos
para aplicaciones electromecánicas, de aceros de elevada dureza y
resistencia al desgaste y a las altas temperaturas para herramientas de
corte, etc.
Gran parte de la variabilidad de las propiedades se debe a los
distintos tratamientos a que se somete el acero entre los que destacan
la laminación, el forjado, los tratamientos térmicos como el temple, el
recocido, el revenido y el normalizado, tratamientos superficiales como
la cementación y la nitruración, etc.
Actividad 4.2
¿En qué consisten los tratamientos térmicos del acero? Factores que
intervienen en el tratamiento. Caracterización gráfica.
Los
tratamientos térmicos consisten en someter al acero a una combinación
de operaciones de calentamiento y enfriamiento con tiempos
determinados, con el fin de variar las proporciones de sus
constituyentes y así producir las propiedades deseadas sobre él. Las
variaciones de las propiedades en el material que se producen como
resultado del tratamiento térmico deben ser permanentes, de lo
contrario el tratamiento térmico no tendría ningún sentido.
Los tratamientos térmicos más utilizados son el temple, el revenido, el
recocido y la normalización. Todos los procedimientos se basan en la
transformación o descomposición de la austenita. Por tanto, el primer
paso en cualquier tratamiento térmico de un acero será calentar el
material a la temperatura que conlleve la formación de la austenita.
La temperatura y el tiempo son los factores principales que influyen en
un tratamiento térmico y hay que fijarlos siempre de antemano, de
acuerdo con la composición del acero, la forma y el tamaño de las
piezas que se desean obtener.
Por medio de la representación gráfica temperatura frente a tiempo se
puede caracterizar cualquier tratamiento térmico. De una manera muy
generalizada se pueden considerar los siguientes puntos importantes: la
temperatura máxima de calentamiento, Tmax, hasta la cual se calienta el
material durante el tratamiento térmico, el tiempo que se mantiene a la
temperatura máxima, tm, y las velocidades de calentamiento y de
enfriamiento.
Figura 4.1
Representación de un tratamiento térmico sencillo
Hay dos
valores de temperatura durante el calentamiento que son importantes de
destacar: la temperatura
AC1,
o aquella en la que empieza a aparecer el constituyente austenita (723oC),
y la temperatura AC3
o aquella en la que toda la masa de acero se ha transformado ya en
austenita (entre 723oC
y 1.148oC);
los valores concretos de estas temperaturas varían según la proporción
de carbono que contienen el acero.
El diagrama de fases Fe-Fe3C
(figura 4.2) es la base para el estudio de los tratamientos térmicos de
los aceros, en particular solo la parte del diagrama correspondiente a
las aleaciones cuya concentración no supera el 2% de C, de manera que
la parte que realmente interesa es la coloreada.
Figura 4.2
Diagrama de fases carburo de hierro-hierro
Actividad 4.3
Definición de martensita
Fe-C. Propiedades.
La martensita
es el constituyente típico de los aceros templados. Se define como una
fase metaestable formada por una solución sólida intersticial
sobresaturada de carbono en la red cristalina del hierro BCC o hierro
tetragonal centrado en el cuerpo.
El contenido en carbono de la martensita suele variar, generalmente
desde pequeñas trazas hasta el 1% de C. La dureza y resistencia de las
martensitas Fe-C están relacionadas directamente con su contenido en
carbono y aumentan con él. Sin embargo, la ductilidad y tenacidad
disminuyen a medida que aumenta el contenido en carbono. Tienen una
resistencia máxima a la rotura de 1600 a 2400 MPa, un alargamiento
comprendido entre un 0,5 y un 2,5%, y una dureza entre 495 y 745
unidades Brinell.
Actividad 4.4
Describir los siguientes tipos de martensitas Fe-C presentes en los
aceros al carbono: (a) martensita en cintas (b) martensita en láminas
La
microestructura de las martensitas en aceros ordinarios al carbono
depende del contenido en carbono del acero. Si el acero contiene menos
de aproximadamente un 0,6% de C, la martensita presenta dominios de
cintas con orientaciones diferentes (figura 4.3a). A medida que el
contenido de carbono en las martensitas se incrementa por encima del
0,6%, se empieza a formar un tipo diferente de martensita llamada
martensita laminada. Aproximadamente por encima del 1% de C, las
aleaciones Fe-C constan en su totalidad de láminas de martensita
(figura 4.3b). Las martensitas con contenidos de carbono entre el 0,6 y
el 1% tienen microestructuras con ambos tipos de martensitas, en cintas
y en láminas.
a
b
Figura 4.3
(a) Martensita en cintas (b) Martensita en láminas
Actividad 4.5
El temple. Características y objetivo.
El temple se
aplica cuando se quiere conseguir un acero de elevada dureza y
resistencia mecánica. El inconveniente es que aporta fragilidad a la
pieza templada.
Consiste en obtener un acero formado por una gran proporción de
martensita. Como la martensita, se obtienen por enfriamiento rápido de
la austenita, el tratamiento consiste en:
- Calentar el acero hasta que toda su masa se transforme en austenita.
Según el porcentaje de carbono del acero, la temperatura a la que será
necesario llegar (AC3) será más alta o más baja.
- Enfriar rápidamente la muestra para asegurar que toda la austenita se
ha transformado en martensita. A medida que se produce el enfriamiento,
la temperatura a la que comienza la transformación de austenita a
martensita se denomina temperatura inicio de martensita, Ms; y la
temperatura a la cual la transformación termina, temperatura fin de
martensita, Mf. La temperatura Ms disminuye a medida que aumenta el
porcentaje en peso de carbono de la aleación tal como muestra la figura4.4.
Figura 4.4 Efecto del contenido en carbono sobre la temperatura de inicio de
transformación a martensita, Ms, para aleaciones hierro-carbono
Para cada tipo de acero existe una velocidad de enfriamiento
mínima que asegura la transformación completa en martensita. Por
ejemplo, para aceros al carbono está comprendida entre los 200 y 600
oC/s; en el caso de aceros aliados la temperatura suele ser de 50oC/s.
Para conseguir el templado de una pieza es necesario enfriarla a una
velocidad ligeramente superior a la mínima. En algunos casos, pueden
producirse deformaciones o fracturas si se aplican velocidades de
enfriamiento excesivas. Para conseguir las diferentes velocidades de
enfriamiento se sumergen las piezas en distintos medios: agua, sales
fundidas, aceites minerales, plomo fundido, mercurio, aire a
temperatura ambiente, etc.
A veces interesa solamente endurecer una capa externa de la pieza,
manteniendo la parte interna sin temple con el fin de no perder la
tenacidad y asegurar la resistencia al desgaste. En estos casos se
aplica un temple superficial, calentando rápidamente las capas
superficiales de la muestra (mediante un soplete oxiacetilénico o por
inducción electromagnética) y aplicando un enfriamiento posterior al
aire o al agua.
Actividad 4.6
El recocido. Características y objetivo.
El principal objetivo del recocido es ablandar el acero eliminando
posibles tensiones o anomalías internas de su estructura que puedan
haberse originado como consecuencia de algún tratamiento previo (forja,
laminación, etc.), que endurecen el material.
El recocido disminuye la dureza y aumenta la plasticidad de un acero
para así poderlo deformar y trabajar más fácilmente.
En general consiste en un calentamiento a temperatura elevada, por
encima de la temperatura AC3 y un enfriamiento lento. El enfriamiento
(entre 50 y 100oC/h) se consigue en un horno en el que se regula la
temperatura hasta conseguir que el material adquiera temperatura
ambiente.
Actividad 4.7
El revenido. Características y objetivo.
El revenido se aplica cuando se quiere aumentar la tenacidad y
ductilidad de los aceros que han estado sometidos al temple. El
tratamiento consiste en un calentamiento de la martensita inferior a
723oC y un enfriamiento posterior al aire, en aceite o en agua, según
la composición del acero. De esta manera se consigue aumentar la
tenacidad y ablandar el acero templado al reducir las tensiones
internas de este. El revenido conlleva una disminución de la dureza, de
la resistencia mecánica y del límite elástico.
Actividad 4.8
El normalizado. Características y Objetivo.
El normalizado del acero consiste en un calentamiento hasta la
temperatura de austenización y un enfriamiento al aire libre a
velocidad más lenta que el templado pero más rápida que el recocido.
El objetivo del normalizado es producir un acero más duro y resistente
que el obtenido por enfriamiento más lento, en horno, al someterle a un
recocido. El normalizado también se aplica después que un acero se ha
deformado, ya sea en frío o en caliente con el fin de eliminar las
posibles tensiones internas producidas por la deformación. Otro de los
objetivos que persigue la normalización es la reducción del tamaño de
los granos de acero con el fin de mejorar las propiedades mecánicas de
este.
Actividad 4.9
Describir el significado de cada uno de los gráficos siguientes.
i
ii
iii
iv
Figura 4.5
Los cuatro gráficos representan temperatura frente a tiempo,
representación característica de cualquier tratamiento térmico de los
aceros.
En los gráficos i, ii y iv se calienta una muestra de acero hasta su
total transformación en austenita (temperatura superior a AC3),
manteniéndose así durante un cierto tiempo. Posteriormente se produce
un enfriamiento de la muestra: muy lento en el gráfico i, muy
rápido en el gráfico ii y un enfriamiento intermedio en el último
gráfico.
El gráfico i representa el tratamiento térmico del recocido. El gráfico
ii representa el templado y el gráfico iv representa el
normalizado.
En el gráfico iii se observa un calentamiento de la muestra por debajo
de la temperatura de austenización y posterior enfriamiento a
temperatura más lenta que el templado pero más rápida que el recocido.
Representa el tratamiento de revenido.